Título: Después del monzón
Autora: África Ruh
Saga: Autoconclusivo
Editorial: HaperCollins
Nº de páginas: 320
Año de publicación: 2019
ISBN: 9788413289137
Quiso robarle un diario y le robó el corazón.
Ana ha decidido emprender un alocado viaje a Kioto para recuperar el diario de Amelia, una antepasada suya que vivió un romance prohibido en el Japón del siglo XIX. Solo hay un problema: para hacerse con él, tendrá que robárselo al joven y severo profesor Ikeda.
Cuando Sora Ikeda descubre lo que Ana se propone, decide seguirle el juego y se ofrece a traducirle la única copia del diario que hay en la universidad; y así, sin pretenderlo, los dos se verán envueltos en una pasión marcada por los ecos del pasado.
Dos historias de amor que florecen a la sombra de los cerezos.
Ya sabéis que no soy muy dada al género romántico y para que una historia de este género sea elegida para leerla debe llamarme poderosamente la atención su sinopsis. Esa ambientación en Japón, sumado a la doble historia en el pasado y el presente, me llamaba muchísimo la atención porque no he leído muchas historias ambientadas en este país y menos aún en el siglo XIX.
Ana ha decidido hacer un viaje desde España hasta Japón en busca de un libro escrito por una de sus antepasadas que vivió en este país en el siglo XIX. Obsesionada con este libro y con saber qué secretos esconde, Ana viajará hasta Kioto y se hará pasar por investigadora para acceder al libro que se encuentra en la universidad de filología. Allí conocerá al profesor Ikeda, un hombre joven y severo cuyo único ejemplar de Después del monzón lo tiene él. Su intención era robar el ejemplar y llevárselo a España en su vuelo dos o tres días después de su llegada, pero al estar en japonés (sin conocimiento alguno sobre el idioma) se sentirá inmensamente agradecida de que el profesor Ikeda se ofrezca a leerle y traducirle el libro.
Ana ha decidido hacer un viaje desde España hasta Japón en busca de un libro escrito por una de sus antepasadas que vivió en este país en el siglo XIX. Obsesionada con este libro y con saber qué secretos esconde, Ana viajará hasta Kioto y se hará pasar por investigadora para acceder al libro que se encuentra en la universidad de filología. Allí conocerá al profesor Ikeda, un hombre joven y severo cuyo único ejemplar de Después del monzón lo tiene él. Su intención era robar el ejemplar y llevárselo a España en su vuelo dos o tres días después de su llegada, pero al estar en japonés (sin conocimiento alguno sobre el idioma) se sentirá inmensamente agradecida de que el profesor Ikeda se ofrezca a leerle y traducirle el libro.
"A veces me pregunto qué hubiese pensado Amelia de haber sabido que, ciento cincuenta años después de haber escrito su libro, otra mujer se obsesionaría con él hasta el punto de dejarlo todo y viajar al otro lado del mundo y desentrañar los secretos que duermen entre sus páginas."
Amelia es una joven de padres españoles e ingleses que vive en Japón en la década de 1860. Su padre, un botánico prestigioso, fue invitado por la universidad y allá que irá Amelia junto a su madre. Allí conocerá la cultura, las tradiciones, los samuráis, el gobierno y la política, muy diferentes a lo que ella conoce. Tras un desafortunado encuentro con un ronin, será salvada por un enigmático y atractivo hombre que será constante en su vida a partir de entonces. Pero no solo el amor llamará a las puertas de Amelia, también el peligro, las traiciones y la amistad inquebrantable de su amiga y sirvienta.
Ya os he comentado que no he leído muchos libros ambientados en Japón, ni en oriente ya que estamos, y me llamaba mucho la atención esta novela precisamente por su ambientación y por tener esa historia en el siglo XIX donde aún gobernaba el shogun. Sí es cierto que la ambientación ha sido el elemento que más me ha gustado, pero quizá esperaba mucha más profundidad en todos los elementos. Hay cosas que ocurren por la política del país que, siendo un poco ignorante de este aspecto, me he quedado con muchas preguntas y sin entender muy bien lo que estaba pasando en este aspecto. Además, hablando de la línea temporal de 1864, hay muchos comportamientos y actitudes que me han chirriado un poco por la época y el país donde suceden. Recordemos que en el siglo XIX las mujeres eran reprimidas, tenían que mostrarse encantadoras y obedientes, pero Amelia tiene muchísimos comportamientos demasiado modernos para que me parecieran totalmente creíbles. Sí, sé que Amelia es una europea en Japón, las costumbres son diferentes, pero aún así es un comportamiento demasiado moderno para la época aún en Europa.
Los personajes se me han quedado un poco a medio camino. Es una novela muy muy corta, más si tenemos en cuenta que alterna capítulos entre pasado y presente, por lo que tendremos media novela enfocada en cada grupo de personajes. Hay pocos personajes, pero por la brevedad del relato de cada época se me han quedado muy planos y no he podido congeniar con ninguno de ellos. Quizá en una novela un poco más desarrollada o quizá un poco más calmada, estos personajes me habrían enamorado porque tenían mucho potencial. Sin lugar a dudas las dos claras protagonistas son Ana y Amelia en sus respectivas épocas y, tengo que reconocer, que hay cosas que me han molestado de ambas sobre todo al final. Amelia deja pasar cosas que, si tenemos en cuenta su comportamiento moderno, deberían de haberle importado y quizá su comportamiento haya sido demasiado sumiso en comparación a cómo empezó en la novela. Ana me ha gustado, pero quizá, como comentaba antes, si hubiera sido una novela más larga habría podido profundizar más en ella.
Ya os he comentado que no he leído muchos libros ambientados en Japón, ni en oriente ya que estamos, y me llamaba mucho la atención esta novela precisamente por su ambientación y por tener esa historia en el siglo XIX donde aún gobernaba el shogun. Sí es cierto que la ambientación ha sido el elemento que más me ha gustado, pero quizá esperaba mucha más profundidad en todos los elementos. Hay cosas que ocurren por la política del país que, siendo un poco ignorante de este aspecto, me he quedado con muchas preguntas y sin entender muy bien lo que estaba pasando en este aspecto. Además, hablando de la línea temporal de 1864, hay muchos comportamientos y actitudes que me han chirriado un poco por la época y el país donde suceden. Recordemos que en el siglo XIX las mujeres eran reprimidas, tenían que mostrarse encantadoras y obedientes, pero Amelia tiene muchísimos comportamientos demasiado modernos para que me parecieran totalmente creíbles. Sí, sé que Amelia es una europea en Japón, las costumbres son diferentes, pero aún así es un comportamiento demasiado moderno para la época aún en Europa.
Los personajes se me han quedado un poco a medio camino. Es una novela muy muy corta, más si tenemos en cuenta que alterna capítulos entre pasado y presente, por lo que tendremos media novela enfocada en cada grupo de personajes. Hay pocos personajes, pero por la brevedad del relato de cada época se me han quedado muy planos y no he podido congeniar con ninguno de ellos. Quizá en una novela un poco más desarrollada o quizá un poco más calmada, estos personajes me habrían enamorado porque tenían mucho potencial. Sin lugar a dudas las dos claras protagonistas son Ana y Amelia en sus respectivas épocas y, tengo que reconocer, que hay cosas que me han molestado de ambas sobre todo al final. Amelia deja pasar cosas que, si tenemos en cuenta su comportamiento moderno, deberían de haberle importado y quizá su comportamiento haya sido demasiado sumiso en comparación a cómo empezó en la novela. Ana me ha gustado, pero quizá, como comentaba antes, si hubiera sido una novela más larga habría podido profundizar más en ella.
"La memoria de la gente sobrevive varias generaciones, ¿no le parece?"
La trama ha sido entretenida. Tenemos dos arcos argumentales, con capítulos alternos entre ellos, que nos narran dos historias de amor: una en el presente y otra en el pasado. El nexo que las une es el libro que la propia protagonista del Japón del siglo XIX escribió y el lazo de sangre que une a ambas protagonistas. El romance no ha estado mal, he disftuado más del que ocurre con Amelia, pero como os he ido comentando a lo largo de la reseña, la novela es tan corta que se hace demasiado rápido. Las dos historias han sido bastante precipitadas, sobre todo la del presente, pero aún así he disfrutado mucho recorriendo las calles de Japón y viendo el choque cultural que tiene Ana al llegar allí. Quizá hay algunos estereotipos demasiado exagerados que se usan para comparar la cultura española con la japonesa, pero en general algunos de ellos le han dado un toque cómico a la situación. También hay una pequeña representación LGBTI+ que en principio me gustó encontrar, pero que no me pareció la forma más adecuada de llevarlo. No quiero comentar de este tema en particular porque os haría varios spoilers grandes, pero no me ha parecido la forma correcta de incluirlo en la novela. El ritmo es bastante ágil y al ser una novela tan corta se lee en un suspiro. Además os reconozco que me enganché más a la parte del pasado, mucho más interesante y emocionante que la del presente. En cuanto al final... no me gusta mucho que me cuenten las cosas personajes ajenos a los sucesos. Con un par de capítulos más, concentrando lo que nos cuentan estos personajes ajenos, me habría dejado un sabor de boca mucho más dulce que el que tuve cuando termin´´e la novela.
"Lo desconocido da miedo. Pero también nos permite tener esperanza. Cruzar el río es un reto, pero, si nos quedamos siempre en la misma orilla, tal vez nunca encontremos los campos más fértiles."
En conclusión, Después del monzón nos transporta a Japón, tanto en la época actual como en el siglo XIX, para conocer dos historias diferentes, pero similares, unidas por un libro. Una novela muy corta, con una ambientación exquisita, que se me ha quedado un poco plana por lo rápido que sucede todo y la poca extensión de la misma pero cuya autora seguro que repito por la curiosidad que me deja por el resto de sus trabajos.
2.5 |
¿Habéis leído el libro o a su autora?
¡Feliz día!
¡Hallooo guapísima!
ResponderEliminarLa verdad es que la sinopsis me ha gustado bastante. Yo también soy gran fan de la novela romántica pero no mucho de aquellas historias ambientadas en Japón (y otros países asiáticos), no se por qué realmente. De todas formas, después de leer tu reseña, no se si me acaba de convencer, sobre todo por el hecho de que hacia al final metan aspectos de personajes ajenos a los sucesos o el hecho que la novela se te haya quedado un poco plana. Por el momento, creo que lo dejaré pasar. Aunque ya te digo, nunca digas nunca.
GRACIAS POR ESTA MARAVILLOSA RESEÑA *.*
Un besazo enorme y, como siempre... ¡nos leemos pronto! <3