¡Muy buenas devoradores!
¿Cómo estáis? Yo estoy muy contenta, porque por fin he tenido tiempo de montar esta divertidísima entrada. Estaba deseando poder traerla, contra antes mejor, para que todos los que hayáis leído Lágrimas de sirena, disfrutéis tanto como yo de esta pequeña entrevista.
No es una entrevista normal, las preguntas no están dirigidas a su estupenda autora. Es una entrevista a los personajes de su novela. Lo primero quiero agradecerte Diana, por la oportunidad que me has brindado para participar en esta brillante idea. Me he divertido muchísimo planteando las preguntas y sobretodo, leyendo las fantásticas respuestas que nos ofreces.
Quiero avisar, que contiene spoilers de la novela. Si no los tuviera, perdería toda su gracia y el poder conocer más profundamente a los personajes y sus vidas después de los acontecimientos.
Y después de enrollarme más que una persiana, demos paso a Ignacio, Noa, Abel, Álex, Alicia y Silvana.
Ignacio, ¿no crees que a veces eres un poco sobreprotector?
Hola Ana, encantado de que hayas decidido dar comienzo a tu entrevista conmigo. Para mí es todo un placer.
Te explico, Noa es mi hija. Ella es mi única familia. Si la pierdo a ella, ya nada me quedaría.
He criado a Noa yo solo. Y lo he hecho lo mejor que he podido. Reconozco que a veces puedo ser cansino y muy protector. Pero tengo tanto miedo de que algo malo pueda sucederle. Mi hija es lo que más quiero en el mundo. No sé si puedes comprenderme. Comportarme de manera diferente con ella me resulta imposible. No puedo evitar querer protegerla pese a que ya no es una niña.
Noa, cuéntame ¿cómo es vivir con Ignacio?
Hola Ana.
Mi padre es un hombre maravilloso. Me siento muy agradecida por todo lo que ha hecho por mí a lo largo de mi vida. Me ha educado, cuidado y mimado.
Vivir con Ignacio en ocasiones se vuelve un poco asfixiante. Sé que le encanta pasar el tiempo conmigo y de hecho, yo también disfruto haciendo cosas con él. Pero hay un problema, creo que mi padre no asimila la edad que tengo. Quiero protegerme por encima de todo y no es consciente de que yo, ya soy capaz de hacerlo por mí misma.
¿Nunca se te ocurrió romper las prohibiciones de tu padre e ir a los lugares que te tenía prohibidos?
Ignacio se desvive por mí. Me parecería muy injusto desobedecerle. No me gustan las mentiras. Si le prometo a mi padre una cosa, intento cumplirla a toda costa.
Me moría de ganas de ir a la playa. Pero sabía el dolor que aquello podía causarle a Ignacio. Y me sentía mal. Me dolía ver a mi padre tan hundido tras la desaparición de mi madre. Y quería evitarle cualquier sufrimiento a toda costa.
En innumerables ocasiones pensé en desobedecerle e incluso en marcharme de casa. Pero al final, deseché tales pensamientos.
Abel, ¿Por qué ayudaste a Noa? ¿Cuáles eran tus motivaciones?
Un placer tratar contigo Ana. (Abel sonríe de oreja a oreja).
Si te cuento la verdad, cuando vi a “la rizos” huir del tigre, no la reconocí. No me percaté de que era la misma chica que destrozó la luna de mi vehículo. (Al fondo de la habitación, escuchamos las risotadas de Noa).
Corrí en su ayuda sin pensar en lo que me podría suceder. Sabía que si no acudía en su rescate, el tigre la hubiera hecho trizas.
Mis motivaciones no eran otras que ayudar a la pelirroja.
No aprendí la lección (suspira), las mujeres siempre me traen problemas.
—Reconócelo, te enamoraste de mí —le dice Noa.
—No seas tan creída —le responde Abel con una pícara sonrisa.
—En el fondo tú ya sabías que no podrías vivir sin mí.
—Shhh ¡Basta! —le dice Abel riendo—, Ana me está preguntando a mí y no a ti. No seas egocéntrica.
(Noa se calla mostrando un mohín de disgusto en su rostro).
Cuando estaba frente al tigre, Noa estaba en el suelo y había perdido el conocimiento. Reconozco que pasé mucho miedo. Se me ocurrió que aquel tigre era el mismo del que Silvana me había hablado. Extraje el silbato mágico de mi bolsillo y soplé. Tuve suerte porque el tigre huyó despavorido.
Alex, ¿Por qué no le confiaste tu secreto a Noa?
Hola Ana, un placer conocerte. Por cierto, ¿Tienes novio? (Alex intenta ligar con Ana…)
Tras unos segundos de silencio, el muchacho responde a la pregunta de Ana:
Temía ser rechazado por Noa. Y también, temía que mi secreto fuese desvelado. Si los aldeanos hubiesen sabido que por las noches me transformaba en un peligroso tigre ¿Qué hubiesen hecho conmigo? Lo más probable es que me ejecutasen. No podía arriesgarme.
Yo amaba a Noa pero a pesar de ello, sentía que ella y yo no nos comprendíamos. Somos muy diferentes. Y tal vez ese fue uno de los motivos por el que no pude confiarle mi secreto.
— ¿Tal vez ese fue el motivo por el que nos distanciamos, no crees? —le pregunta Noa.
—Me hubiera gustado decirte la verdad.
—¡Fuiste un cobarde, Alex! Yo pensaba que no me querías.
— ¿Por no pasar las noches contigo? —le pregunta Alex con enfado—. ¡Te comportabas de una forma
egoísta! No te molestaste en comprenderme.
—Si hubiera sabido la verdad, ten por seguro que te hubiese comprendido.
— ¿Qué importa eso ahora? —le pregunta Alex con enfado.
—Nada. Como ya sabes, ahora solo tengo ojos para Abel —dice Noa, besando a Abel.
**Fin de la conversación**
¿Te consideras mala, Silvana?
Ohhh Ana ¿Tú pregunta va en serio? Me decepcionas…
Ja.
¿Malvada? ¿Yo? Lástima que no hayáis podido conocer lo maravillosa y encantadora que puedo llegar a ser. (Silvana sonríe con falsedad y pestañea varias veces seguidas, sus palabras van dirigidas a los lectores de “Lágrimas de sirena”)
Solamente diré a mi favor que transformé en caballitos de mar a las sirenas. Si yo fuera malvada, las hubiera ejecutado. ¿No crees?
¿Qué es lo que te gusta de Álex? ¿Y de Abel?
Noa permanece unos segundos en silencio, pensando qué responder.
Iré directa al grano. Lo que más me gustaba de Alex era su aspecto físico. Alex es un chico muy atractivo. Es alto y fuerte. Rubio con los ojos azules. Y aparte, era muy detallista y tierno conmigo. Alex es el típico principito de los cuentos de hadas. (Álex niega con la cabeza poniendo los ojos en blanco. Es evidente, que la descripción que Noa nos ha dado de él no le ha gustado)
En cambio Abel ¿Qué puedo decir de él?
—Di lo que sea — dice Abel resoplando.
—No te pongas celoso Abel. Mi corazón te pertenece, ya lo sabes. — le dice ella lanzándole un beso en el aire.
Abel es guapo y sexy. Es tremendamente divertido y muy pícaro. Él no tiene pelos en la lengua y eso, me gusta mucho. Además, me trata como a una princesa. Es dulce, cariñoso, bonachón, pasional, generoso y muy comprensivo. Es mi chico ideal.
¿Cómo crees que será tu vida después de los acontecimientos ocurridos en la novela?
Estoy estudiando en la universidad y cuando finalice mis estudios, me gustaría viajar por todo el mundo. Y para cuando regresemos, Abel y yo nos iremos a vivir juntos.
Espero no tener que enfrentarme nunca más a seres mitológicos. Aunque reconozco que todavía, a veces, voy a la playa y llamó a mi madre con la esperanza de que ella aparezca frente a mí. La echo mucho de menos pero, al menos, me reconforta saber que sigue con vida y que está bien.
¿Le contarás tus secretos a Alicia?
Alicia es mi mejor amiga y pese a ello, no quiero contarle nada de lo sucedido. Soy una chica muy reservada.
No es que desconfíe de Alicia, pero opino que cuando hay secretos que no deben ser desvelados, lo mejor es guardártelos para ti misma.
Alicia, ¿Cómo era de pequeña Noa?
Conocí a Noa en el instituto a la edad de los doce años. Ella era una chica distante y antisocial. Apenas hablaba con nadie y cuando lo hacía, sus conversaciones no duraban ni dos minutos seguidos.
Cuando la conocí supe que la Noa verdadera es muy diferente a la chica que ella se esfuerza en mostrar a los demás.
En el fondo, Noa es una chica muy sensible. Aunque se niegue a aceptarlo, le da miedo que la rechacen. No le gusta la soledad y en el fondo es una romántica.
— ¡Mentirosa! — le dice Noa.
—Sabes que es verdad — le dice Alicia sacándole la lengua con un gesto de burla.
¿Por qué pasaste desapercibido durante tanto tiempo en el instituto Alex?
La maldición del tigre me perseguía a todas partes. Nadie podía conocer mi secreto y por eso, me esforcé muchísimo en pasar desapercibido frente al resto de alumnos del instituto.
Me ausentaba cada vez que organizaban quedadas, actividades extraescolares, partidos de fútbol y un sinfín de cosas más. Con el paso del tiempo, ellos se acostumbraron a mi ausencia. Era como si yo no existiera.
Vivir con la maldición fue un infierno para mí. Durante todos esos años no pude llevar una vida normal y corriente. Me perdí muchísimos momentos.
¡Hasta aquí la entrevista a los personajes! Sí os gusta, intentaré convencer a Diana para hacerle más preguntas que se me quedaron en el tintero. ¿Qué os ha parecido? De nuevo Diana, mil gracias por todo, ¡eres un sol!
¡Besos y feliz miércoles!
¡Muchas gracias por todo tu apoyo Ana!.
ResponderEliminarMe he divertido muchísimo con esta entrevista.
Me hacía mucha ilusión de que fueras la primera persona que los entrevistase porque fuiste la primera persona en reseñar Lágrimas de Sirena. Siempre vas a ser muy especial para mí.
Un besote guapísima.
¡Muchísimas gracias a ti, Diana!
EliminarEs un placer colaborar y hacer estas pequeñas cositas contigo. La entrevista me ha encantado tanto hacerla como leer tus respuestas, ha sido muy original. Y sobretodo me siento especial de que hayas pensado en mi la primera para poner estas fantásticas entrevistas :)
Ya sabes que tú también serás muy especial para mí y que me tienes a tu entera disposición.
¡Mil besos! <3
Buena entrevista ^^ el libro pitna bien <3
ResponderEliminarMuchas gracias :D
EliminarEspero que te animes a leerlo algún día ^^